El equipo Crandon PAL presentó protocolo de acción docente

Las psicólogas Gabriela Moreira y Romina Munsch y el profesor Iván Olivera presentaron una puesta a punto del proyecto Crandon PAL (Programa Antiacoso Liceal) que se instrumenta en el Departamento de Secundaria desde el año pasado. Además, dieron a conocer un protocolo de acción docente que se implementará a partir de 2020. La actividad, que involucró a docentes de Ciclo Básico y de Bachillerato, tuvo lugar en el marco de las jornadas institucionales y se realizó el miércoles 18 de febrero.

Crandon PAL es un programa esencial para evitar el sufrimiento que generan las situaciones de acoso/bullying en los alumnos acosados, en los acosadores y en el público que los rodea ―explicaron los docentes a cargo del proyecto―. «Por eso, este año queremos trabajar codo a codo con los docentes que tienen el privilegio de desarrollar miradas protectoras. En estas estrategias, la clave es el trabajo activo con los profesores».

El proyecto PAL se fundamenta en el programa Kiva que el Ministerio de Educación y Cultura de Finlandia ha instrumentado. Esta metodología da cuenta de innovación y de altos porcentajes de eficacia, además de una fuerte adecuación en organizaciones. «Trabajamos con las víctimas, con los acosadores y con las personas que se quedan calladas y observan pasivamente el acoso. Aunque estos no son protagonistas de la situación, son clave para desarticular el acoso», argumentaron los docentes. El objetivo de Crandon PAL es, más allá de desarticular las situaciones de agresión, generar una cultura estudiantil con consciencia; identificar los roles (acosador, acosado y los testigos) y generar reglas de juego para que «no existan los trajes de acosador y acosado». Para lograrlo, se operacionaliza en tres niveles: prevención, intervención y seguimiento que permitan «un arrepentimiento sincero y un perdón verdadero, una restauración y una reparación con genuino sentimiento».

Trabajar con los docentes permite crear ambientes de tranquilidad y de confianza en los que los estudiantes sepan, fehacientemente, que pueden ser escuchados. «Los adultos somos responsables de generar una clase que se sienta como un ambiente seguro y, para eso, definimos un protocolo de acción», explicitaron parte de los integrantes de Crandon PAL. El documento, sencillo y concreto, busca que los docentes se involucren activamente ante situaciones de agresión/acoso. Se procura, además, la actuación inmediata y la reprobación de cualquier tipo de agresión (física, verbal, simbólica). «Con la participación comprometida de los docentes lograremos que, como dice el proverbio africano, toda la aldea se comprometa en la educación de los más jóvenes», agregaron los docentes.

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