Secundaria

Valentina Roldós cursa segundo año de Bachillerato Científico. Tiene 16 años y acaba de finalizar una pasantía en el Instituto de Computación de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República. La hizo en el marco del proyecto creado por la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y el Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas (PEDECIBA) para promover las carreras tecnológicas del ámbito terciario.

«Había una cantidad, más de veinte pasantías de distintas áreas. Yo elegí dos, una en robótica educativa y la otra en genética que también me interesa. Sé que son bien diferentes, pero siempre he tenido la duda, y por eso las elegí. Me llamaron por teléfono para avisarme que había quedado en la de robótica educativa. No lo podía creer, no se me pasó nunca por la cabeza poder hacerla», explica con entusiasmo.

Los martes de agosto, de 9 a 13 h, Valentina asistió a la Facultad de Ingeniería (FIng). «Tenía que faltar a clases y se me complicaba bastante, pero estuvo muy bueno», agrega. «El primer día estaba perdida. Encontré a otro participante, empezó a llegar más gente y después llegó el profesor. Nos dio una clase teórica, fue la única, después hicimos prácticas». Gonzalo Tejera fue el docente responsable de la actividad. El docente es ingeniero en computación y doctor en informática, e investiga sobre inteligencia artificial. Los alumnos participantes eran cinco, cuatro varones del interior del país y Valentina.

Luego de conocer las partes básicas de un robot (sensores, estructura y comandos de programación), comenzó la práctica. «Jugamos con el robot Butiá. El profesor nos dijo que tenía que esquivar un bloque. Debíamos probar los sensores de distancia. Ese día, también nos presentó el concurso Sumo.uy y nos animó a que nos presentáramos», menciona Valentina mientras busca fotos en su celular para mostrar las partes del robot.

Toda la preparación fue para Sumo.uy, el campeonato uruguayo de Sumo Robótico que organiza el Instituto de Computación de la Facultad de Ingeniería de la UDELAR y que este año se realizará del 2 al 6 de setiembre. «Al robot tuvimos que agregarle una batería, lijas en las ruedas, y todos los martes lo fuimos mejorando, trabajamos juntos y tomamos decisiones. Probamos sensores y decidimos dónde colocarlos porque el circuito tiene rampas y los sensores no pueden tocar las rampas. Vamos a inscribirnos a Sumo.uy y participaremos como grupo. Estamos entusiasmados, se formó un grupo muy cercano», explica la estudiante.

Entre detalles de las prácticas realizadas y la preparación para Sumo.uy, Valentina agrega que la experiencia fue muy rica porque le permitió darse cuenta de que la gusta la robótica. «No sé si me voy a dedicar de lleno a eso el resto de mi vida, pero probablemente opte por la tecnología. Valió la pena haber asistido. Me voy a volver a anotar el año próximo porque son oportunidades que no todos tienen. Eso me decían en mi casa todo el tiempo».

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