12 de junio de 2024

Es viernes 24 de mayo, en los pasillos de Main Building hay un movimiento singular con la Maratón de Lectura de séptimo grado de Educación Básica Integrada (EBI). Para celebrar el Día del Libro, los grupos eligieron textos que, a su modo de ver, tienen valor literario y cultural y que, además, concitan interés. De a dos o en pequeños grupos, entran a los salones y a las oficinas a leer. Narran, recitan, acompañan con gestos, reciben aplausos. Van ganando confianza y entusiasmo.

La dinámica, que se ganó un lugar en el calendario de Secundaria de Crandon, es responsabilidad de las Profas. Ana Castagnetto Fernández y Virginia Salgueiro Velazco (docentes de Lengua Española).

Al finalizar la segunda ronda ―salieron a leer en la mañana y al mediodía― coordiné una breve entrevista. Pensé entrevistar a tres o cuatro estudiantes para que me pusieran al tanto de los detalles, pero llegaron muchos más. Conversamos en una de las salitas de la Biblioteca Cecilia Güelfi, éramos más de veinte y las sillas alcanzaban para unos pocos. Nos acomodamos. Creí que la charla iba a resultar un caos y me equivoqué: hicieron silencio, prestaron atención, contestaron las preguntas con interés y salí, además, con un atractivo listado de libros recomendados. Y pensar que tantas personas se animan a aseverar, con contundencia, que los adolescentes no leen…

Me contaron que semanas antes de la fecha prevista, seleccionaron y leyeron obras de autores nacionales y extranjeros. La consigna era amplia y se sintieron a gusto porque pudieron elegir a partir de sus intereses personales y la experiencia de lecturas desarrolladas desde Primaria. 

Algunos grupos realizaron reseñas y otros presentaciones en la clase. Mientras avanzaban en estas cuestiones, se postularon para leer o como presentadores. Tuvieron que practicar a conciencia, tanto leyeron que ciertos estudiantes se aprendieron pasajes de memoria y hasta un texto entero.

Todos estaban orgullosos de haber participado y de poder explicar la experiencia. Algunos sintieron algo de vergüenza al comienzo, pero la dinámica fluyó y la timidez inicial se desvaneció en las líneas de un pasaje, una rima o en la riqueza de un personaje. El compromiso con el desafío fue evidente y, como estábamos hablando de libros, terminamos con una lista de recomendaciones.

Artículos relacionados: ver otras notas sobre el Día del Libro