20 de julio de 2024

«La naturaleza cambia su ropaje para recibir la llegada del solsticio de invierno y con él las vacaciones invernales». Así inició el encuentro de niñas y niños de Educación Inicial. Los grupos, desde Maternal a Nivel 5, se reunieron, por generación, el lunes 24 y martes 25 de junio. A través de la música, un cuento y poemas, disfrutaron del encanto, la belleza y la sonoridad de las palabras en un humedal ambientado en la Sala de Música. 

Una canción realizada por Bernard Abal Trotta, profesor de música, inspiró la ambientación del espacio y la creación de un cuento en el que los personajes de las salas de Maternal (Cururú, Panambí, Coatí y Yacaré) se hicieron presentes para que brillara el sol e iniciara la fiesta en el humedal.

El cururú que va saltando
chapoteando en la laguna,
ojitos del yacaré
que va saliendo de su cuna.

Mueven, saltan,
salen a jugar,
brilla el sol en la laguna,
se armó fiesta en el humedal. 

Una colita rayada
se va asomando por ahí,
mueve, mueve y mueve,
va llegando el coatí. 

Viene flotando por el aire
un lepidóptero está aquí,
sus alas multicolores
vuela, vuela, panambí.

Bernard Abal Trotta (texto y música)

La docente Andrea Martínez Gómez, con su arte, convocó a la magia. A través del teatro de sombras, con el movimiento y la aparición de diferentes objetos, despertó en los niños la escucha atenta, la atención plena y la sensibilidad de los hechos que diariamente suceden alrededor.

Quiero una lluvia de invierno, dijo la abuela.
Con aroma a buñuelito de manzana y canela.
Quiero una lluvia de invierno me dijo el viento, para despeinar las gotas que van cayendo.
Quiero una lluvia de invierno dijeron los leños ardiendo en chispa y fogata de fuego eterno.
Quiero una lluvia de invierno, sueña la infancia y prepara guante, gorro y su bufanda…
Para que al caer la lluvia, en este invierno, pueda tejerse de lana, poema y cuento.
Para que a nadie le falte cama y frazada y una abuela que cocine buñuelo de manzana.
Para que el calor del fuego, haga su magia, mientras espero la primavera  en la ventana.

Leila Daleffe (Argentina)

Como en otras oportunidades, la música, el baile y la poesía nos conectaron, abrazaron y abrigaron.